Las fuentes de la Historia

 




Es común, cuando leemos un libro de Historia, que nos preguntarnos ¿de dónde sacó la información el que escribió este libro?, en otras palabras, nos preguntamos ¿cómo sabe el historiador que San Martín se formó como militar en España, y que a los 11 años ya participó de una batalla? 

Los historiadores -la mayoría de las veces- no están presentes en los lugares y momentos precisos en que suceden los hechos históricos, más aún si los acontecimientos que desean estudiar son de tiempos lejanos y ninguno de sus protagonistas siguen con vida. Esta limitación los lleva a tener que valerse de los rastros, de los testimonios del pasado que llegan hasta sus días o de aquellos que fueron estudiados por otros historiadores. Cuando estos rastros o testimonios del pasado son interrogados por los historiadores, con el objetivo de extraer información para sus investigaciones, se convierten en fuentes de la Historia.


Las fuentes pueden ser:

 

Fuentes Primarias: son aquellos testimonios que datan de la época que el historiador estudia, y pueden clasificarse a su vez en:

a) Fuentes materiales (huesos, lápidas, utensilios, armas, herramientas, viviendas y construcciones arquitectónicas, esculturas, etc.).

b) Fuentes audiovisuales: dibujos, pinturas, foto-grafías, películas, videos, etc.

c) Fuentes escritas: documentos privados (cartas, memorias, diarios personales); o públicos (periódicos, revistas, decretos, leyes, decretos, obras literarias, etc.).

d) Fuentes orales: se trata de relatos de personas que protagonizaron o fueron testigos de determinados hechos del pasado (ex combatientes, funcionarios, antiguos pobladores, etc.).

 

Fuentes Secundarias: son las investigaciones realizadas por otros historiadores sobre determinados temas. Es por eso que también se las denomina fuentes historiográficas. Por ejemplo el libro de Tulio Halperín Donghi: Revolución y Guerra.

ATENTAMENTE PROF.MGTR: RUFINO PÉREZ

Hasta la próxima. 

 

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