¿QUÉ ES Y PARA QUÉ SIRVE LA HISTORIA?
La palabra “historia” es polisémica, porque tiene muchos significados, -al igual que muchas de las palabras que utilizamos habitualmente-, pero por el momento nos limitaremos a utilizarla en dos sentidos:
1- Por un lado, la palabra historia (con minúscula) alude al conjunto de hechos y procesos del pasado de las sociedades que, aunque ya no existe, dejó testimonios de su existencia y sus ecos se transmitieron hasta nuestros días.
2- Por otro lado, la palabra Historia (con mayúscula) se refiere a la ciencia social que, valiéndose de los vestigios que quedaron, investiga, analiza, trata de reconstruir y explicar el pasado de las sociedades. En ese sentido el gran historiador francés Marc Bloch la definió como la ciencia de los hombres en el tiempo.
Ahora bien, inmediatamente después de conceptualizar “¿qué es la Historia?”, otra clásica pregunta de nuestros alumnos es “¿para qué sirve la Historia?” Esta segunda interrogación sucede porque, a diferencia de otros espacios curriculares, como por ejemplo Tecnología, Procesos Productivos, etc., la Historia no tiene la "utilidad" de producir objetos tangibles, concretos. Al contrario, nuestra ciencia no sirve para producir objetos, pero su utilidad es mucho más elevada: ayudarnos a comprender mejor el presente.
Este tema ha sido tratado profusamente otros historiadores, pero en este espacio nos limitaremos a mencionar algunos pasajes escritos por Bloch utilizó la pregunta de un niño a su padre, que era historiador -"papá explícame ¿para qué sirve la historia?"-, como origen de su reflexión sobre muchas preguntas que ponían en tela de juicio varios aspectos de esta ciencia. Tiempo después se supo que el niño de la pregunta era su propio hijo. Citamos a continuación un fragmento de su libro, traducido al español -después de su muerte- como Introducción a la Historia. "La incomprensión del presente nace fatalmente de la ignorancia del pasado. Pero no es quizás menos vano esforzarse por comprender el pasado si no se sabe nada del presente" (Bloch, 1952: 38). La ignorancia del pasado no se limita, entonces, a impedir el conocimiento del tiempo actual, sino que compromete en el presente la misma acción.
Dos cosas quedan aclaradas: una, que el pasado -en sí mismo- no es el centro de interés de la Historia, el conocimiento del pasado es más bien un medio que sirve al noble fin de comprender el presente. Otra, que destinar esfuerzos al conocimiento del pasado es una empresa infructuoso si nada se sabe del presente. Es por eso que el autor citado hablaba de un "doble lazo de inteligibilidad": pasado-presente, presente-pasado. Pero ese y otros temas serán tratados en posteriores entradas.
RUFINO PÉREZ, es:
· Profesor en Historia. INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACIÓN DOCENTE "Nación Latinoamericana" de Villa Dos Trece, Formosa (2006).
· Magíster en Desarrollo y Gestión Territorial con Mención en Gestión del Desarrollo Local. Facultad de Ciencias Económicas y Estadísticas. Universidad Nacional de Rosario (2017)
· Especialista de Nivel Superior en Educación y TIC. Instituto Nacional de Formación Docente, sede: Instituto Superior Alberto Albertazzi de Formosa (2014).
· Especialista Superior en Problemáticas de las Ciencias Sociales y su Enseñanza. Instituto Nacional de Formación Docente, sede: Instituto Superior Félix Atilio Cabrera de Formosa (2017).
· Especialista de Nivel Superior en Políticas y Programas Socioeducativos. Instituto Nacional de Formación Docente, sede: ISFD Félix Atilio Cabrera de Formosa (2019)
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